Texto+Producción__ CUERPO Y PESO. Manuel Granados

Cuerpo y peso. Manuel Granados.
Colección privada

Sí, puede ser.

Es posible que la fotografía sea un momento congelado, un instante despojado de espacio y tiempo y por tanto carente de la energía vital que estas coordenadas implican. Y sin embargo, la realidad escasa y fingida de esta imagen es, por desgracia, una cotidianidad cruel.

La fugacidad captada por la cámara es una representación de la transformación, que hace más patente la ambigüedad de las imágenes. En ellas se mezclan pasado y presente, se disuelve lo efímero en lo eterno y lo muerto aparece siempre vivo; en las fotografías confluye lo real y lo ficcional y se manifiesta tanto lo visible como lo invisible.

Al ser una imagen creada, esta fotografía no nos muestra el referente que ha sido: la mujer es una modelo contratada para un trabajo de moda y los brazos que la detienen son los del estilista que la ha vestido para la sesión de fotos. En este trabajo de encargo el fotógrafo busca y encuentra otros conceptos que agrietan las normas de los editoriales de moda. Lo que ha quedado retenido en esta chispa artificial es lo simbólico: la “alta tortura” de los valores objetuales de lo femenino representado en unos tacones y lo conceptual en la inmovilización concretados en unos brazos de hombre que sujetan unas piernas de mujer. Se trata de resquebrajar un sistema desigual evidenciando la doble parálisis. Una inmovilidad análoga a la del arte que ha restringido a la mujer a mero objeto de deseo, oculta en el pedestal de la musa del artista; y la de la sociedad patriarcal donde la mujer ha sido reducida a un papel secundario de madre y esposa.

Lo que da vida a esta imagen es el vacío que ridiculiza este estereotipo. El recorte mal hecho rompe con el sentido de sujetar, dominar y subyugar que la imagen representa. El vacío inunda los límites que el peso cultural y social imponen, como una metáfora de ofrecimiento de posibilidad. En el hueco blanco caben todas las opciones para una reconstrucción regenerante. En este paisaje incluyente puede desarrollarse el “ser posible” de Heidegger que amplíe formas de expresión y modos de relación entre los individuos de la sociedad que está por llegar.

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