Audiovisual y poesía se unen para presentar un objetivo común, el que describe su propio título: hablar de espiritualidad y trascendencia a través de una mística cotidiana y perceptible a los sentidos. El audiovisual acerca la poesía al espectador para que este se impregne de su música, la viva y la materialice en el cuerpo consiguiendo cierto ritmo orgánico. Bailar para fluir, pero también para divertirse, lograr la armonía y el entusiasmo que contagia, que invita al otro a unirse y danzar al unísono.

Y es que entender la trascendencia incita al baile porque el cuerpo y la mente se liberan, dejan de estar sometidos a la gravedad. La mística tiene muchas de las claves que abren la puerta al conocimiento y a la comprensión de la vida y la muerte. Con estos vídeo-poemas se reivindica una mística activa, alejada de la contemplación en el retiro placentero del monje; es activista porque anima a ponerse en marcha, al viaje que posibilita un nuevo estado de conciencia, es decir, una actitud de felicidad. Desde este nuevo lugar de alegría reflexiva el alma crece, entiende y se enriquece completando al cuerpo y a la mente para conformar una unidad más plena.

El número de piezas que conforma la serie de vídeo-poemas “Bailando la mística” está en continuo crecimiento; se van multiplicando para tratar de expandir una espiritualidad que se aleje de las referencias de la cultura occidental, mediterránea, patriarcal y jerárquica, de nuestro entorno. Es significativo reseñar la forma de crear de Eva Rodríguez que expresa con las siguientes palabras: “El poema me sucede, habita en lo que no soy, la escucha y la entrega lo dan a luz, y se integra en lo que soy. Es una responsabilidad que he aceptado”.

Links:
https://manuelgranadosstudio.wordpress.com/
@debestiasysantos
@eva.rodriguez.5011516