Texto II__ TAPIES Y BURRI. Carne y espíritu.

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Detalles de dos cuadros de Tapies y Burri

Burri y Tapies son dos de los artistas más representativos del informalismo de la materia. Para ellos cualquier elemento es valioso y merece la pena ser considerado. Cada uno de ellos desde su individualidad rompen de forma radical con el arte surrealista del momento para buscar a través de una poética íntima y espiritual una realidad otra. Ambos nos presentan sus paisajes interiores absolutamente cargados de contenido sensible; esas naturaleza que no se ven ni se pueden nombrar y por tanto no son posibles de representar o reproducir por imitación. Cuando bucean hacia el interior, los artistas encuentran, no sólo las relaciones entre el mundo material y el espiritual, sino que además, abriendo la puerta al azar, tanto Burri como Tapies han hallado la manera de relacionar ambos mundos a través del arte.

La materialidad de Burri está estrechamente ligada a la carne. Usa arpilleras de sacos viejos, trapos, maderas, cartones, y los arruga, rompe, quema, rasga y vuelve a coser; como dice Argán1 crea toda una iconografía del sufrimiento, pero con la aspiración de que este dolor sea fructífero, no pretende quedarse en la lamentación sino que su recorrido le lleva a descubrir un nuevo orden. Ha destruido la forma inicial de las cosas, aquel canon estrecho que hacía pasarlo mal, para reconstruir una nueva conciencia formal, es decir, traslada esa energía rupturista y transgresora a la edificación de un contexto distinto que pueda albergar una nueva forma de pensar, una organización social más eficaz, etc.

Tapies comenzó a hacer sus muros, barrotes, verjas o persianas cerradas como metáfora de la falta de libertad en la España franquista. La tragedia de los condenados a muerte junto al drama de la represión intelectual, o lo que es lo mismo, la falta de vida se traduce, en la obra de Tapies, en signos y huellas impresas por lo que en otro momento fue cuerpo y mente de personas libres.

El dolor y la herida de ambos artistas son una herramienta necesaria que se entrelaza con la materia y la pintura para hablar, una vez más, de libertad.

  1. Giulio Carlo Argán, “El arte moderno, del iluminismo a los movimientos contemporáneos”. Akal ediciones.

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