
Exposicición individual en Tangent Projects. @tangent_projects
Aunque la muestra tenga que ver con la representación de un espacio acotado e independiente, una isla donde los elementos que la habitan están irremediablemente destinados a relacionarse y crear comunidad, las piezas cerámicas que ocupan ese escenario son la representación de lo heterogéneo y la alteridad. No parece que estos elementos se sientan complacidos, seguros y en armonía en este lugar idílico, ya que se manifiestan en constante movimiento: aparecen rotos, agujereados, desfigurados, mutilados, retorcidos,… son el antinarcisismo voluntario o azaroso; y sin embargo estos cambios de estado o descomposición de la forma, semejante a la descripción que hacía Bataille1 de las pinturas rupestres que representaban a hombres grotescos, se recomponen para tratar de construir otras formas de vida, otros territorios donde habitar, un lugar donde se acojan las posibilidades.

Bretón dice que «la belleza será convulsiva o no será»2.
En las manos de Marina, la materia parece estremecerse, al mismo tiempo que se impacienta y se activa. ¿Sufre los espasmos de tristeza y desconsuelo? O por el contrario ¿se rebela por inconformismo? En cualquier caso, ella le sigue la corriente y se apunta a la exploración. Al no imponerle la forma preconcebida, construye el mundo que Dalí describía como un nuevo orden de lo no-visible, el mundo de lo informe, lo que no se identifica con nada, lo no mimético, en definitiva todo un mundo de opciones abiertas.
Esta materia sin forma, aunque parcial e incompleta, nunca es carente de significación. El azar y el inconsciente que los surrealistas perseguían recalan en las sugerentes relaciones que la imaginación proporciona al espectador.

Estas piezas laxas, que se pliegan por una aparente falta de consistencia, retrotraen a los relojes blandos de Dalí. Ambos investigan en la relación espacio / tiempo, en su forma relativa de estirarse y doblarse. Con ellas, se representa poéticamente lo que matemáticamente se explica en complicadas teorías de física cuántica o de la relatividad. Marina reproduce a pequeña escala la convulsión espacial de expandirse y plegarse por fuerzas de atracción o repulsión de las masas de los cuerpos celestes.
La materia, el espacio y el tiempo se valen del pliegue para dar origen a la existencia. Pliegues que amplían la superficie de contacto en el interior de nuestro cuerpo para que el intercambio de nutrientes, oxígeno o CO2 se lleve a cabo con mayor eficacia.

Pero ante todo, la materia flexible, como el pensamiento dúctil o los cuerpos articulados, redimensionan el espacio una y otra vez para amplificar los encuentros, para incrementar las posibilidades que aceptan la diversidad.
La elasticidad faculta el pliegue; y cuanto mayor sea más nos acercamos al diálogo entre opuestos. Representar lo antagónico implica la inclusión de lo aparentemente contrario y por tanto la disolución de la tensión de la dualidad. La mente líquida amplía la admisión de los contrarios: orgánico/inorgánico, confuso/nítido, rígido/flexible, singular/comunidad… De esta manera aceptar lo cambiante y sin forma supone entender la articulación. El artista Manuel Granados explica su manera de enfrentarse a la creación con las siguientes palabras: «me acerco a la paradoja tanto como mi elasticidad lo permite».
NOTAS
1. KRAUSS, Rosalind: El inconsciente óptico, Madrid,Editotial Tecnos, 2013, p 165.
2. KRAUSS, Rosalind: El inconsciente óptico, Madrid,Editotial Tecnos, 2013, p 166.